¿Escogemos juguetes?

Ya están aquí! Los anuncios de juguetes de todos los gustos, medidas, colores y funcionalidades ya nos han inundado todos los canales de televisión, buzones de correo electrónico, de correo ordinario e, incluso, de radio. Estan en todas partes intentando captar nuestra atención y haciéndonos creer que aquello es exactamente lo que hará feliz el niño cuando abra los regalos del Tió, Papa Noel, reyes o lo que celebréis en casa vuestra -si es que celebráis algo-.

Una de las preguntas que más nos hacemos los adultos es sobre qué juguete escoger para los niños y niñas, y es tan difícil de responder como “qué camiseta me pongo?” o “qué coche me compro?”, pues al final se trata de hacer una observación activa para conocer las preferencias de los pequeños, saber qué criterios queremos seguir a la hora de escoger juegos y adaptarse a las dos cosas.

Normalmente podemos clasificar los juguetes en dos grandes grupos, según su funcionalidad: las que pretenden entretener y distraer al niño durante un periodo de tiempo concreto por un lado, y las que buscan trabajar una habilidad o competencia y ayudarlos a desarrollarla de la otra. Siempre es preferible escoger juguetes de la segunda opción por encima de la primera.

Montessori y Waldorf son dos corrientes pedagógicas que, basándose en en principio que los niños aprenden jugando y juegan aprendiendo, han creado materiales muy interesantes (y fijaos que materiales, juguetes y elementos de juego son sinónimos en este contexto) que permiten desarrollar las habilidades de los pequeños a la vez que juegan. Al fin y al cabo, cuál es la línea que separa el juego del aprendizaje? Para los niños es inexistente y para nosotros también debería serlo.

La primera y única norma para el juego de los niños y niñas, en este contexto, tiene que ser que no haya normas. Los materiales que se les ofrece son tan neutrales que les permiten una infinidad de posibilidades de juego, dejando espacio para el juego des-estructurado e imaginativo tan necesario para el desarrollo de la creatividad. Son elementos de juego absolutamente versátiles pensados para que los niños los puedan adaptar a cualquier entorno de juego. A menudo no tienen una funcionalidad concreta, es precisamente aquí donde recae la excepcionalidad de este tipo de juguetes.

Yo os quiero presentar toda una serie de materiales y elementos de juego que todos/as tenemos por casa, y otros que complementan a la perfección con la idea de que los niños y las niñas tienen que tener espacio para imaginar, crear y experimentar.

Algunos de estos juguetes los podéis encontrar en Sabotigueta, así que algunas imágenes tienen link. Las otras imágenes están sacadas todas del pinterest!!

Material de juego simbólico: el niño imita las acciones de la vida cotidiana de los adultos. Materiales que representan la realidad y los acercan a las acciones diarias de los adultos de su entorno (caja de herramientas, cocinitas, juegos de limpieza,…)

Materiales para desarrollar la motricidad fina: Pensados en que el niño desarrolle las habilidades de motricicidad y adquirir más autonomía (engranajes, insertar, coser, encajar, golpear…)

Juegos de apilar: Enfocados a trabajar las proporciones, la creatividad, y la motricidad fina. (contrucciones, el famoso arco iris Waldorf, …)

Telas y cintas: Son elementos que aparentemente no tienen demasiado aspecto de juguete tradicional, pero que brindan un anchísimo abanico de posibilidades a los niños y niñas. Una simple tela los/las puede convertir en princesas, príncipes, súper héroes o animales; y pueden aprovecharla para construir una cabaña entre las sillas del comedor.



Materiales naturales: Conchas, palos, piñas, piedras… cualquiera de estos elementos dispuestos de manera concreta permite a los niños/se jugar y descubrir a través de los sentidos, de diferentes texturas, olores y colores que puede encontrar en cualquier entorno natural.

Puzzles y construcciones Waldorf: el más conocido de todos es el arco iris, un conjunto de piezas encajadas semi-circulares de diferentes colores que aparentemente no tienen ninguna funcionalidad concreta pero que permiten convertirlas en cualquier cosa: un puente para los coches, una cama para las muñecas, para hacer torres altas, y taaaaantas otras posibilidades como la imaginación de nuestros niños y niñas quieran.



Elementos variados que permitan el juego des estructurado: A menudo cuando la gente que no está familiarizada con materiales de este estilo nos preguntan porque unos sencillos aros, unos muñecos o un huevo de madera son elementos de juego tan preciados, y la respuesta siempre es la misma: por qué permiten mil-y-una utilidades y no sólo una concreta. Un día pueden jugar a los muñecos son un equipo de fútbol, y al día siguiente representar una clase con alumnas y profesores. La versatilidad es el elemento que da valor a estos materiales.

No os parecen todas alternativas fantásticas al alud de juguetes de dudosa utilidad que nos llega últimamente? Además, como seguro que os han entrado las mismas ganas de jugar que a nosotras, aprovechamos para recordaros que, al final, sea cual sea el material, sea cual sea el juguete, sea cual sea el tipo de juego, lo más importante que les podemos regalar a los niños de nuestro entorno es nuestro tiempo. Acompañarlos en su juego, observarlos y compartir con ellos ratos de ocio y aprendizaje más informal es tan o más importante que cualquier juguete escogido con los mejores criterios pedagógicos

Disfrutadlos mucho! Buenas y divertidas fiestas!

Por Júlia Bolea